Las oportunidades se disfrazan de múltiples maneras, muchas veces no las vemos como tal sino todo lo contrario, como algo no deseable.
Imagina
que dentro de determinadas situaciones, dificultades, problemas, decisiones,
etc., albergaran la semilla de tu crecimiento, si todo esto es necesario para
convertirte en quien estas llamado a ser, como cambiaría tu disposición
emocional ante los acontecimientos no deseables.
Como
crecer pues ante la adversidad?
Definimos
crecer como un proceso de maduración
personal, el cual conlleva el proceso vital de aprendizaje y mejora personal
(competencias psico-emocionales y corporales) como resultado de un saber vivir
y de un saber convivir.
En
este saber vivir y saber convivir, nos encontramos con sucesos, situaciones,
dificultades y problemas que forman parte importante de ese aprendizaje. A la
pregunta de -como crecer ante la adversidad? , no hay una fórmula universal
pero si una serie de elementos comunes frente a la superación de la adversidad:
ADQUIERE
COMPROMISOS
Determina
que es lo que quieres, que es importante para ti y decide que no vas a
renunciar a ella, lucha por ello!.
TEN
PACIENCIA
Recuerda
que todo lo valioso requiere tiempo. Dedica tu tiempo a lo importante y no te
dejes llevar por la urgencia.
ASUME
RESPONSABILIDAD
Tu
vida es tuya y de lo que hagas con ella, asume todo lo que no te gusta, dale
respuesta y cámbialo.
CONFÍA
EN EL FUTURO
Piensa
y actúa con la convicción de que la vida está en tu manos.
ACEPTA
LOS DESAFÍOS
Acéptalo!
ya que lo quieras o no estarán, confía en TI, en el tus recursos y tu capacidad
de aprendizaje.
Déjame
que te cuente un cuento:
Una
hija se quejaba a su padre acerca de su vida y cómo las cosas le resultaban tan
difíciles. No sabía cómo hacer para seguir adelante y creía que se daría por
vencida. Estaba cansada de luchar. Parecía que cuando solucionaba un problema,
aparecía otro.
Su
padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. Allí llenó tres ollas
con agua y las colocó sobre fuego fuerte. Pronto el agua de las tres ollas
estaba hirviendo. En una echó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última
colocó granos de café. Las dejó hervir sin decir palabra. La hija esperó
impacientemente, preguntándose qué estaría haciendo su padre.
A
los veinte minutos el padre apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las colocó en
un recipiente. Sacó los huevos y los colocó en otro. Colar el café y lo puso en
un tercer recipiente. Mirando a su hija le dijo: "Querida, ¿qué
ves?". "Zanahorias, huevos y café", fue su respuesta. La hizo
acercarse y le pidió que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban
blandas. Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Después de quitarle
la cáscara, observó el huevo duro. Luego le pidió que probara el café. Ella
sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma.
Humildemente
la hija preguntó: "¿Qué significa esto, padre?". El le explicó que
los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: agua hirviendo! ,
Pero habían reaccionado en forma diferente. La zanahoria llegó al agua siendo
fuerte y dura. Pero después de pasar por el agua hirviendo se había vuelto
débil, fácil de deshacer.
El
huevo había llegado al agua siendo frágil. Su cáscara fina protegía su interior
líquido. Pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había
endurecido. Los granos de café pero eran únicos. Después de estar en agua
hirviendo, habían cambiado al agua.
"¿Cómo
eres tú?", Le preguntó a su hija. "Cuando la adversidad llama a tu
puerta, ¿cómo respondes?. Eres una zanahoria, un huevo o un grano de
café?"
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