domingo, 27 de noviembre de 2011

Estrategias para llegar muy lejos en el deporte

Estrategias para llegar muy lejos en el deporte

Aunque las estrategias de motivación están de moda en el deporte, desde hace años se utilizan con éxito en las carreras de ultrafondo (desde 50 hasta 100 kilómetros corriendo) y en los triatlones. He aquí algunas de las más conocidas:

Echarse una mano imaginaria El triatleta Scott Tinley, dos veces ganador del Ironman de Hawái, cuando participaba en carreras de natación de resistencia acostumbraba a imaginarse que tenía algo acoplado a su cabeza que tiraba de él. También Frank Shorter, atleta norteamericano que ganó la maratón en los Juegos Olímpicos de Munich del año 1972, imaginaba que llevaba una cuerda alrededor de la cintura que tiraba de él continuamente o que sus piernas eran como ruedas de bicicletas para así conseguir un ritmo constante.

Fabricarse victoriasparciales Algunos deportistas que han de cubrir largas distancias, se motivan con pequeñas metas parciales que les acercan al objetivo final. “Por ejemplo, si se trata de completar 50 kilómetros corriendo, una buena táctica psicológica es subdividir la distancia total en cinco tramos de diez kilómetros y concentrarse en cada uno de ellos en cosas distintas (en el primer tramo en la técnica, en el segundo en la respiración, etcétera)”, explica Patricia Ramírez.

Visualizar mentalmentela victoria Según ha explicado en alguna ocasión Jorge Valdano, soñar sobre cómo transcurrirá el partido y prever las posibles contingencias, ayuda a estar más preparado el día de la verdad. Esa misma estrategia puede aplicarse a cualquier competición o prueba y soñar, por ejemplo, con la carrera perfecta y de qué forma se reaccionará cuando surja el cansancio, se tenga una rampa, etcétera.

Recitar un mantra A juicio de Zoraida Rodríguez y Patricia Ramírez, ambas psicólogas deportivas, suele dar bastante buen resultado prepararse una frase con la que exorcizar los malos pensamientos que inevitablemente aparecen en las pruebas que implican un gran desgaste físico y psicológico. Algunos ejemplos de frases motivadoras para momentos complicados son: “¡Un poco más!”, “¡Tira!”, “¡Voy a darlo todo!”, “¡Es mi momento!”, “¡Basta de dolor!”, “¡Yo puedo!”.

Parar de golpe el pesimismo Para evitar que el cerebro boicotee el gran esfuerzo físico que se lleva a cabo, algunos atletas norteamericanos se colocan una goma elástica en la muñeca, tiran de ella y sueltan, mientras dicen “¡basta!”. En este caso, la clave es tener tolerancia cero (por explicarlo con un argot muy de allí...) con los pensamientos negativos.

Darse premios Se trata de una táctica muy habitual. Consiste en concederse un pequeño premio después de lograr algo, por ejemplo, dejar atrás el kilómetro doce o llegar hasta el gran pino que se observa al fondo. Ese algo puede ser un pequeño mordisco a una barrita energética, un sorbo de agua o ponerse una canción especial en el MP3 con la que celebrar lo conseguido hasta ese momento.

Disociarse Más que separarse en dos mitades, esta técnica consiste en evadirse y transportar a la mente hasta un lugar distinto al que se está para que se distraiga de la tarea que la ocupa y pueda recrearse en algo placentero. Pensar en los seres queridos suele dar buen resultado.

Conectar cuerpo y mente Convencer al cuerpo de que es posible conseguir un objetivo es la estrategia más eficaz que existe. En caso contrario, el peaje suele ser elevado: según explican los psicólogos deportivos, las personas que deciden abandonar a mitad del recorrido son mucho más proclives a hacerlo en el futuro, en tanto el cerebro se acostumbra a reclamar esa posibilidad.


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