miércoles, 10 de septiembre de 2014

Hay una situación en tu vida que estés bloqueado / a?



El principal   obstáculo   que nos podemos encontrar, a la hora de acabar con una situación, sentimiento o hábito incapacitante, 
son una serie de pensamientos negativos interiorizados que nos hacen sentirnos mal y nos lastran en nuestro camino. Ideas como: "no soy capaz", "esto no es para mí", "haré el ridículo" o "nunca lo conseguiré", etc ,  
nos paralizan y minan nuestra autoconfianza, afectando y perpetuando una situación determinada.

Y es que si bien nuestro entorno influye y nos condiciona, es nuestra manera de pensar lo que más nos condiciona.


De otro lado los hábitos, conductas y actitudes en nuestro interior, nos incapacitan y nos limitan hasta el punto de condicionar nuestras relaciones personales, sociales y profesionales, disminuyendo notablemente nuestra calidad de vida y ante estas situaciones, adoptan posturas muy diferentes. El enojo, la tristeza, la apatía y el aislamiento son sentimientos y comportamientos habituales en estos casos.


La cuestión es que no somos responsables de todo lo que nos pasó en nuestra vida pero si es nuestra responsabilidad mantenerlo o cambiarlo.

Necesitamos tanto la estabilidad como el cambio para mantener nuestra salud física, mental y emocional. Sin embargo a veces quedamos atrapados entre estas dos fuerzas: por un lado la necesidad de modificar algo y salir de la sensación de malestar, mientras que por otro lado preferimos la comodidad de lo ya sabido.


Muchas veces quedamos atrapados por nuestra resistencia a cambiar en este punto, teniendo infinitas formas de hacerlo: poner el origen de nuestros problemas más allá de nuestro alcance –en los genes, el pasado, los demás, las circunstancias-, esperar que las soluciones vengan de fuera, obcecarse en lo que no funciona, verse como victimas de la situación, creer que no se puede hacer nada para cambiar…


En la práctica muchos problemas no aparecen sino que los creamos, ya que actuamos o pensamos siguiendo pautas rígidas, esta falta de flexibilidad es la que hacen perpetuar situaciones de insatisfacción.


Si hay algo en tu vida que no funciona o que estas bloqueado  pregúntate y ponlo en práctica lo siguiente:



1. Especifica o redefine el problema  -que hace que el problema sea un problema-.

2. Pregúntate y revisa qué soluciones has probado para resolverlo.

3. Enumera otras posibles soluciones (minimo 5) que podrías considerar.

4. Escoge aquella que sea más viable desde el punto en que te encuentras ahora.

5. Ponla en práctica.

6. Observa que resultados obtienes, Si no da ningún resultado, ten flexibilidad suficiente para cambiar o corregir y extraer un posible aprendizaje para aplicarla a la próxima estrategia.



Es fundamental hacerse las PREGUNTAS CORRECTAS, ya que son las preguntas las que nos llevan a mejorar nuestros resultados.

Cuando tú y yo no obtenemos los resultados que queremos, hemos de analizar las preguntas que nos hemos estado haciendo, y hacernos NUEVAS preguntas, preguntas que nos permitan un cambio de pensamiento


Otro nivel de pensamiento genera nuevas actitudes y hábitos, tener buenos hábitos  te acercan a tus objetivos y sueños.

       Las personas cambian cuando se dan cuenta del potencial que tienen para cambiar las cosas.                                                                                                                                                                    Paulo Coelho